Claro que también he pasado frío, no hay que descartar que incluso en Puebla ó en el chilango/defectuoso/pejelandia/ciudad de la esperanza/Distrito Federal se han registrado temperaturas que han llegado a bajar los cero grados Celsius, y uno que otro viaje a tierras gélidas, dentro y fuera de México, me han enseñado lo que es pasar el frío (Nunca olvidaré los congelados vientos de Chicago, o las extremas temperaturas de Canadá), pero nunca pase frío como lo estoy viviendo ahora. Una cosa es vivirlo de vacaciones a vivirlo a diario.
Este era el clima de León en Agosto (39 grados Celisus)
La primera dificultad viene de aprender a usar el maldito calentador, (el cual viene distribuido en cada cuarto del piso en el que vivo). Como en Puebla, no es necesario un calentador fijo en casa, cuando llegó el día de prenderlo, pasamos más de 3 horas intentando encenderlo. Cuando por fin logramos encenderlo, el cansancio nos había ganado y el procedimiento quedó totalmente olvidado, por lo que a la noche siguiente pasamos por el mismo intento de aprender a prenderlo.
"El maldito calentador"
Otro efecto directo del frío es que desafortunadamente, cuando visitamos el piso antes de decidir alquilarlo, no revisamos bien las camas (error que en mi vida vuelvo a cometer), y las camas solo tenían un edredón viejo que adornaba la cama, sin sabanas, ni cobertores, ni nada de nada, haciendo que el frío que en estos días ha logrado descender a 1 grado Celsius, con vientos a menos 5 grados fuese intolerable y nos hiciera imposible conciliar el sueño.
La neblina por las mañanas es otra cosa especial, que ademas de presentar una muy bonita imagen del paisaje leonés, sofoca en ventiscas friolentas que solo logran provocar el deseo en mí de arrancarme la nariz del dolor que me provocaba. Pero algo particular que me llamó mucho la atención de la neblina es: Nunca me había cegado el camino. Lunes, Martes y Jueves tengo clase por la mañana, cuando apenas están saliendo los primeros rayos del sol, la neblina ha llegado a ser tan espesa, que ha nublado casi por completo mi visibilidad. Desgraciadamente, las fotografías que logre tomar, no captaron lo impactante de lo que fue para mí las primera neblina de León.
La nieve aún no ha llegado, pero no falta mucho, de hecho, el servicio meteorológico prevé que para este Domingo caiga la primera nevada leonesa (¡me da pavor!), además de que se rumora por las malas lenguas, que mi patio quedara completamente cubierto de nieve, y algo me han comentado de limpiarlo y secarlo y que la sal o que el agua y la manguera; en fin, un montón de cosas que en mi vida había tenido que lidiar.
una buena chaketa siempre ayuda, tambíen una bufanda y guantes =)
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