De regreso al país de mis amores...

Hace ya unas cuantas semanas que regresé a México. Por fin. La experiencia fue buena, bueno no buena, me la pasé de "poca madre"; aprendí muchísimas cosas, y de todo tipo; pero creo que lo más importante es que aprendí a valorar. Valorar a mi familia, mis amigos, pero sobre todo a México. Sus sabores, su gente, su color, su historia, sus costumbres. definitivamente es cierto cuando dicen que amas más a México cuando has pasado tiempo fuera de el.
Muchos me dirían que no supe apreciar otra cultura, lo que cual es completamente equivocado, ya que de verdad conocí más de lo que muchos podrían conocer, pero definitivamente, no hay dos como México, desde la sociedad hasta su gastronomía; definitivamente era lo que más extrañaba, gente amable, alegre, que aunque también existen los malhumorados, el tono al hablar cambia, el respeto en el trato diario existe, cosa que al menos en España, es muy diferente, no quiere decir que no exista, pero es mucho más frío y seco.
La comida, ufff!!! creo que es lo que más extrañe. Se que la comida Española, (vasca, catalana, leonesa, sevillana, etc.), es muy buena y muy apreciada en el mundo, los mejores chefs del mundo son españoles, SÍ eso es real, pero una cosa es comer en un restaurant muy "nice", en el que la comida sea muy sofisticada, y otra muy, pero muy diferente es la comida del día a día.
No me malentiendan, no es que no me guste la comida española, me gusta y mucho; pero sin duda que les falta sazón, y llega un punto en el que terminas harto, y de verdad harto de comer jamón y queso todo el día, mi punto es, la variedad no es tan extensa, es decir, no existe una comida para cada antojo, ¡hay lo que hay y ya está! dirían allá. En cambio en mi amado país, antojo que tengas antojo que puedes conseguir  A LA VUELTA DE LA ESQUINA, y lo mejor de todo: A CUALQUIER HORA, eso del horario en España de verdad es un martirio.
España muere en todos sus sentidos de 2:00 p.m. a 5:00 p.m.
A veces es triste y desesperante, pero en fin.
Son solo unas de las muchas cosas que podría decir de las que me enseñaron a amar tanto a mi país.
En fin, solo me queda decir que España es un gran país al que le guardo un gran cariño por haber sido mi hogar por un año, y aunque no cambio por nada ese año, ¡que bien se siente estar de regreso!