A una
semana de las elecciones en México. Este 1 de Julio, una vez más México se
politiza en su máxima expresión. Todos saben de política y su opinión es una
opinión absolutista, (un absolutismo en el que a veces me incluyo). Al parecer,
ya no es necesario tener la especialidad política académica para ser el
portador de la verdad que librará a todos los mexicanos de todos los problemas
que nos acaen. Tenemos 4 candidatos, pero ninguna esperanza. La gran mayoría ya
tiene definido su voto, otros cuantos aún lo piensan, y probablemente harán
voto útil (sabrá cualquier deidad que significa eso porque al parecer los 4
candidatos piden en voto útil).
Pero es bueno recordar la historia de la vida política partidista contemporánea de México:
Recordemos
que el PRI es la última transformación que tuvo este partido fundado por los
caudillos ganadores (o en este caso el único caudillo que sobrevivió, Plutarco
Elías Calles) de la Revolución. En un principio fue llamado Partido Nacional
Revolucionario (PNR), cuando Calles gobernó durante la época del maximato (en
el que Calles ejercía el poder de facto en México mientras que tres
presidentes ocuparon la presidencia y el poder de jure de 1928 a 1934).
Cuando Lázaro Cárdenas sube al poder en 1934, y rompe públicamente con su
mentor Calles, a quien exilia, transforma al partido en el Partido de la
Revolución Mexicana (PRM). Después de hacer sus desmanes y aprovecharse de la
circunstancia que vivía el mundo previo a la II Guerra Mundial, expropia el
petróleo, y se gana el amor del Pueblo. Ha sido la época más comunista que
vivido el país, en el que expresiones como las de Diego Rivera, Frida,
Siqueiros y el Partido Comunista tenían gran exposición, inclusive León Trotsky
fue refugiado político en casa de la pareja Rivera-Kahlo. El yugo de Stalin
logró tener repercusiones en nuestro país.
Al nombrar a su sucesor, al poblano
General Manuel Ávila Camacho se presentan las elecciones más violentas del país
y el primer fraude electoral de nuestra historia reciente en la que el candidato
del PAN y del PRUN, Juan Andrew Almazán pierde las elecciones contra M.A.C. Él
es quien institucionaliza el partido transformandolo en el Partido
Revolucionario Institucional, y aparta al ejército de la política del país;
siendo que México era un país con una alta tradición militar en la política. El
ejército quedaría en el olvido siendo usado, ridículamente, en la II Guerra
Mundial, y centrando sus acciones en contención de grupos de choque y auxilio
para desastres naturales, un ejército responsivo, cero proactivo, olvidado por
la población y en condiciones cada vez más precarias. Algo que cambiaría, para
bien o para mal, hasta la llegada de Calderon al poder en el 2006. Este partido
fue el que reinó en México durante 70 años, un partido ideológicamente
convenenciero (típico de la política mexicana Ej. Santa Anna, Juárez, Díaz),
pero siempre con tintes sociales.
Después
de Ávila Camacho llego el milagro mexicano y su aparente crecimiento para
darle entrarda a la cúspide de su poder tres sexenios después con Gustavo Díaz Ordaz (poblano) y Luis
Echeverría en el que la dictadura partidista expresaba su máximo poderío frente
a una sociedad rebelde, inspirada por eventos a nivel mundial y exaltado por movimientos
como los hippies y los anarquistas.
El sexenio de José López Portillo fue un
chiste malo, nadie sabía a donde iba el país, pero en sus palabras históricas "México
estaba a un paso del abismo, pero dimos un paso adelante y defendimos al peso
como perro". Pocos se acuerdan de lo conmovedor que fue para la
sociedad ver al presidente llorar en un efusivo discurso en el congreso,
similar a lo ocurrido con AMLO en la plaza de las tres culturas en estas
elecciones.
Llego la
hora de México y los tecnócratas; el neoliberalismo planto su semilla en la
política del país con Miguel de la Madrid, recientemente fallecido, que no hizo
otra cosa más que ser presidente durante el terremoto de 1985 que destrozó la
Ciudad de México y nombrar a Manuel Bartlett (otro poblano y actual
amigazo de AMLO, quien apoya su candidatura por el PT al senado) a la
Secretaría de Gobernación, para que orquestará el fraude electoral que le daría
la presidencia a Carlos Salinas de Gortari, y como premio para el perrito bien
portado, la Gubernatura del Estado Libre y Soberano de mi amada Puebla...
Carlos
Salinas llegaba al poder después de haber perdido las elecciones ante un ex-priista
rebelde, nada más y nada menos que el hijo del comunista que más poder acumulo
en México, el hijo de Lázaro Cárdenas, Cuauhtémoc, quien había olvidado su
osito de peluche en Los Pinos y su fijación por regresar a ella, fue tal que
fue el candidato de la izquierda en tres siguientes elecciones, perdiendo
drásticamente todas. Esta escisión del PRI, que aunque lo debilitó, no lo
derrumbó, creo en México oficialmente un partido de izquierda, con tendencias
socialistas e ideales progresistas de lleno.
Salinas empezó su sexenio, como
cualquier buen estadista y persona inteligentemente maquiavélica, se ganó al
pueblo y México aparentemente crecía a niveles exponenciales. Por primera vez
nos abríamos al mundo como un país atractivo para inversiones y con relevancia
a nivel internacional; a mitades del sexenio se anunciaba la negociación de un
Tratado de Libre Comercio con E.U.A. y Canadá que cambiaría el futuro del país.
Por primera vez, México no era receloso, ni desafiante ni temeroso con la
potencia mundial; por primera vez México se intentó acercar y cooperar con los
estadounidenses. El pueblo estaba a sus pies y eso le gustó más de lo que el
mismo pensaba. 5 años de política que nos mantuvieron en un mundo rosa y en el
que todos nuestros problemas parecían se empezaban a resolver culminaron con un
año de locura que destrozó al país y a sus millones de habitantes. El vicio de
poder se había apoderado de Salinas que buscaba regresar a aquel modelo de Elías
calles en el que un maximato con figuras presidenciales de facto
gobernaban el país, bajo los hilos del poder de jure, la familia Salinas
y sus círculos más cercanos.
Colosio
fue un inesperado cambio de planes; a pesar de que Colosio no era la salvación
y el político puro y bien intencionado que los mexicanos creen hoy, su
asesinato lo volvió un mártir y la bandera de la causa anti-salinista. La
realidad es que Colosio se dio cuenta de que contaba con el poder suficiente
para no ser el maniquí de Salinas, y quería ordenar al país a su manera, bajo
sus propias reglas, quería el país para él como todos los presidentes de México
emanados del PRI lo habían tenido. El hijo quiso ser Rey, y el padre no
quería morir. Colosio era más de lo mismo, pero la historia le tenía preparado un destino diferente: el mártir del cambio democrático en el país. Hoy yo no hubiera votado por Colosio.
Ernesto
Zedillo Ponce de León, fue designado el sucesor, y gano las elecciones cuando
Diego Fernández de Cevallos inexplicablemente después de haber arrasado en el
primer debate televisado, freno su campaña como si quisiera perder, y Cárdenas
quedó en un penoso tercer lugar. Zedillo se convertía en la persona más afortunada
o desafortunada del país. Presidente sin haber sido figura política en el sexenio, una
excepcionalidad del sistema que no permite a los funcionarios públicos ser
candidatos dejo a Zedillo como el único presidenciable, a Salinas se le salían
las cosas de las manos y el asesinato de Ruiz-Massieu y el cardenal Posadas
fueron el preludio para el error de Diciembre en el que México veía una devaluación
exponencial del peso. YO SI VIVÍ EL PAGAR UN REFRESCO, UNA DONA Y UNAS PAPAS
POR $5,000 PESOS de aquel entonces.
Tal fue
la crisis en el que muchísimas familias perdieron todo su patrimonio y que la
iniciativa privada se veía arrinconada producto de acarrear problemas que
iniciaron con la estatización de la banca con López Portillo y la posterior
privatización con Salinas, que la única vía real a la salvación del país era el
FOBAPROA, que aunque a muchos les pese y sea sabido que tuvo sus beneficios muy
grandes para algunos, fue un beneficio para el México porque evito la
bancarrota, y ahí si las cosas hubieran sido más trágicas de lo que ya fueron.
Les guste o no les guste, el FOBAPROA fue un modelo tan exitoso en su
fundamentación, que es el mismo modelo que usan los estadounidenses, los
argentinos, los brasileños y los europeos en las actuales crisis. A México le
copiaron un modelo de salvación económico, y los mexicanos no se los
reconocemos, porque somos tan egocéntricos que no vemos a futuro, vemos al día
de hoy que implica trabajar, y no nos gusta trabajar.
Zedillo
sobrellevó al país, fue un estadista por que mantuvo a flote un barco que parecía
hundirse, "salvo al Titanic". Llevo a México a unas elecciones realmente libres y
democráticas, en las que todos los mexicanos, priistas, panistas, perredistas y
poquiteros votamos por un carismático ranchero con botas y sombrero, en el que
todos confiábamos y creíamos y fue tachado de traidor por su partido, y Salinas le echo toda culpa de lo acontecido en la crisis del maíz de 1994. Vicente Fox, quien llevaba el estandarte del
cambio y que prometía todo lo que se nos había negado. México estaba embobado
con la imagen de este ranchero, alto, bigotón, simplón, con su manera muy
peculiar de hablar y al que todo el país le debemos la destrucción del vocablo
general asexual de ciudadano y mexicano (gracias a él está completamente
sexualizado y se distingue uno del otro Ej. MEXICANOS Y MEXICANAS); nos
presentaba la figura de un político diferente, tanto en estatura como en
formas. A la larga no funcionó.
Fox
arrasó con las elecciones, en las que venció a Francisco Labastida candidato
del PRI y una vez más a Cárdenas de nuevo por el PRD. En su toma de posesión
tuvimos un "preview" de lo que sería su presidencia: un
chiste. Pero en ese momento lo tomamos con humor. Poco a poco, diferentes
acontecimientos (las toallas de miles de pesos y "el comes y te
vas" a Castro) nos hicieron darnos cuenta que teníamos una broma de
presidente, pero cabía el pretexto de que no se podían cambiar 70 años en un
sexenio; por algún lado se tenía que empezar. Lo más destacable de esta
presidencia fue la reducción de la deuda extranjera.
Gracias a
no sé qué deidad, sobrevivimos a Fox y llegaba el 2006 con una elección desde
un inicio, muy cerrada. AMLO, que había sido el Jefe de Gobierno del DF se
presentaba como el candidato fuerte de la izquierda, y Cárdenas por primera vez
se veía obligado a bajarse de su burro cansado de elecciones. Por otro lado, en
el PAN, la elección interna perfilaba a Santiago Creel, Secretario de
Gobernación apoyado por Fox, y a Felipe Calderon, antiguo Secretario de Energía
y candidato fuerte de la corriente más dura del PAN. Alejandro Cárdenas, ex
gobernador de Jalisco casi ni figuró. Calderon ganó la elección interna y poco
a poco, casi de la nada, y con poca popularidad, empezó a crecer. Con una muy
buena estrategia de campaña fue creciendo su popularidad y en las encuestas
no hacía más que subir. Por su parte el PRI estaba dividido, el TUCOM fue un
fallido intento de Jackson, Montiel y Beltrones de impedir la llegada de
Madrazo a la candidatura, y posiblemente la intención de regresar la influencia
salinista al poder. Montiel fue el designado, pero su corrupción y periodicasos
lo destrozaron. Madrazo era el candidato. En el PRD, AMLO se afianzó de la
candidatura logrando que Cárdenas desistiera una vez más, teniendo el apoyo del 30% del país. Su discurso político logró que la propaganda de Calderon en contra
de AMLO probara ser certera y la gente empezó a temer por un México
venesolizado. La sombra de Chávez espantaba a los mexicanos y la actitud
retadora, de mandar al diablo las instituciones, no acudir al debate, tachar a
todo de un de ilegal y corrupto, tal cual víctima de una paranoia clínica, tachar de formar
parte de un complot en su contra a todo aquel que no estuviese a favor. La
elección se dio, y el voto fue muy cerrado, más allá de si hubo fraude o no,
Calderón tenía más del 30% y AMLO también. Madrazo alcanzaba una quincena a
duras penas. El Tribunal Electoral del Instituto Federal Electoral nombró a
Calderon el ganador de la contienda, y AMLO clamó fraude (algo que se veía
venir). AMLO se proclamó presidente legítimo de México, llamó espurio a
Calderon y se plantó en la Av. Reforma, sin respetar leyes, avenidas o
afectados. 6 años después para librarse de la sombra de su plantón se justifica
diciendo que si no lo hacía hubiera existido un conflicto armado. Desde mi
punto de vista son solo pretextos.
Pero
fuera del ámbito electoral, ¿qué hizo Calderon en 6 años? Lo primero, ante
tanta incertidumbre causada por la revuelta de AMLO, Calderon necesitaba
consagrarse y lograr el reconocimiento del puesto que el TRIFE lo había hecho
acreedor. La única manera viable de sacar a AMLO de Reforma y afianzarse como
presidente era lograr la lealtad del ejército, el cual logro aumentándoles el sueldo
y la importancia, regresando a México a una tradición histórica que el PRI
había reprimido. México volvía a ser un país militar, pero no podía usar el
ejército contra AMLO, y la opción fue aventarlo contra el narco, que nadie
nunca lo había tocado. Calderón tuvo los pantalones para aventarse, a lo wey,
sin planes, pero dio el primer paso certero. La estrategia fue errónea mas no
la política, la confrontación contra el narco era algo que debía hacerse desde
mucho tiempo atrás pero nadie había tenido la voluntad de hacerlo. En el plano
económico, Calderon se promocionaba como el presidente del empleo, pero una
crisis mundial, ajena a México y que afecto a todas las naciones
desarrolladas impidió que este objetivo fuese logrado, sin embargo, México
aguanto los derechazos y los ganchos que la inflación, el alza de precios y la
crisis financiera y económica que nos tundía, México sigue de pie. Los jefes de
estado de otros países reconocen a Calderon como un estadista y un gran
político, desgraciadamente a los mexicanos nos pesan más los narcotraficantes
que han muerto, y los civiles que los narcos han matado, que los éxitos del
presidente. Como mexicanos estamos acostumbrados a ver los errores y no los
aciertos de cualquier individuo; el mexicano es muy celoso y egoísta, es
nuestra naturaleza. Le creemos más a una pseudoperiodista que ha hecho carrera
a base de actuar como rémora de escándalos, que la realidad que tenemos
enfrente, y gracias a ella, el presidente, a vista de todos ya es alcohólico,
cuando no hay prueba de ello. En política exterior, México nunca ha gozado de
una reputación como la que actualmente tiene, y se perfila como una potencia a
nivel mundial en un plazo de 50 años. Una vez más nos cegamos antes lo real.
Las muertes, hoy son más mediáticas, pero estas han existido desde que yo tengo
memoria, la violencia era cosa del día a día en el D.F. y la ola de secuestros
en los 90´s nunca ha vuelto a ser tan alta. Los asesinatos políticos son cosa
de todos los sexenios, no solo del de Calderon, y aun así, le echamos toda la
culpa a él. Cuando todas las reformas políticas que intento, fue rechazada sin
más razón que por ser una reforma del presidente por el Congreso, porque los
perredistas se negaron a aprobar una sola iniciativa. Calderon, como Díaz
pasará a la historia por ser el héroe de México que nadie reconocerá, la
historia le quedará en deuda.
Ahora
bien, ante estas elecciones del 2012, que se nos presenta:
1. Por un lado tenemos al candidato
del Partido Revolucionario Institucional y su candidato el ex-gobernador del
Estado de México, protogè de Arturo Montiel y apadrinado (según
muchos) de Carlos Salinas de Gortari, ex-presidente de México de 1988 a
1994: Enrique Peña Nieto; quien se le acusa de la misma corrupción que
tradicionalmente se asocia a su partido y a sus gobernadores (está de más
mencionar a Yarrington, el poblano pederasta y asesino Marín, el
gobernador y narcotraficante Fidel Herrera, entre muchos más personajes
pintorescos como ellos). Existe la creencia de que el solo es un maniquí de Salinas,
y que en conjunto con las dos principales televisoras del país, buscan imponer
una elección mediática. Vicente Fox el presidente que logro la
alternancia le retiró su apoyo a su propio partido en apoyo a la fuerza
política que el mismo ahuyentó, en una clara traición a sus ideales pero en una
clásica jugada de este ex-presidente.
2. Por otro lado, está la candidata
del partido en el poder. Por primera vez, una mujer con posibilidades reales de
llegar a la silla presidencial en México, hecho que ha sido sobreexplotado en
su campaña, al grado de feminizarla. Un personaje que está en el medio político
federal desde Vicente Fox y que aunque con algunos aciertos, ha sido más una
decepción y conglomerado de errores como el nunca asistir a sesión siendo diputada,
su candidatura interna únicamente fue ganada, por la mala fama que se creó
solito su contrario dentro del partido, Ernesto Cordero; Creel, ni mencionarlo.
¿Que representa ella? Nada especial, una equis en la vida del país, pero sin
duda, la misma línea económica y política en la que ya está encaminado al país,
una especia de presidencia transitoria viendo hacia el 2018, donde es posible
que por fin tengamos candidatos decentes a la presidencia. Los errores de la
actual administración pesan mucho en la campaña mediática de Josefina Vázquez
Mota.
3. Una tercera vía se presenta
nuevamente con AMLO, esta vez apaciguado y aconsejado por las mismas personas
que llevaron a Ollanta Humala a la presidencia en el Perú después de haber
perdido contra Alan García. Su estrategia es simple pero funcional, contrario a
su aspecto 6 años antes, ahora si visualiza como el candidato del amor, AMLOVE,
perdonando a diestra y siniestra, de que nadie sabe, pero perdona. Con una
imagen casi mesiánica, y que cree solo en sus propios números, que llama a que
crean en el a todos ellos que fueron afectados por la guerra, una guerra
necesaria a causa de los pactos del PRI con el narco. Llama a los jóvenes que
no conocieron el PRD en sus inicios, esos que inventaron las manifestaciones, la
torta y el refresco y la obligación de los taxistas a acudir a los mítines bajo
amenaza de perder su permiso. El mismo partido escindido de las filas del PRI,
de las que AMLO fue parte inclusive en el 68, cuando los estudiantes eran
masacrados por revoltosos, ese mismo que ha estado dividido en más de 4
facciones diferentes y que ahora es apoyado por el PT (el partido más comunista
de México, que llora la muerte del líder y camarada norcoreano) y de Movimiento
Ciudadano (Convergencia, partido clásico que actúa como rémora). Esta
coalición, que se ha logrado unir desde haces 12 años o más junta a los que ya
no les toco pan en las filas del PRI por diversas razones, irónico es ver a
AMLO apoyar a Manuel Bartlett dándole la candidatura al senado y en caso de perder
ser el número 1 en la lista para diputados plurinominales. Manuel Camacho
también está en su fila, el candidato que se quedó sin pastel cuando Salinas lo
traiciono y prefirió a Colosio. Camacho el que fundo el Partido de Centro
Democrático y se candidateo a la presidencia en el 2000, teniendo a Marcelo Ebrad
como su candidato para la jefatura de gobierno, a pesar de que ya nadie se
acuerde porque declinó a favor de AMLO. Bejarano, el señor de la ligas.... sin
comentarios, su esposa, por igual. AMLO presenta una propuesta de gabinete, en
el que incluye a académicos, sin experiencia política y políticos sin
experiencia académica, una bola de eruditos y filósofos de izquierda admirados
únicamente y solo por aquellos con compaginan con las ideas obradoristas. AMLO
se perfila como el candidato fuerte en contra de EPN, y muchos consideran el
voto a favor de él solo por lograr que EPN no llegue a la presidencia; pero
pocos recordamos el odio y repudio que le tiene a la iniciativa privada del
bando que nunca lo ha apoyado. Slim lo apoya desde el 2006, pero en su discurso
descarga ira contra los monopolios, y sin querer el hombre más rico del mundo a
base de monopolios es su benefactor, ¿porque? porque representa la entrada de
Slim a la industria mediática tan peleado por Salinas Pliego y Azcárraga Jean.
El rencor y odio que le tiene a los bancos por el FOBAPROA solo le genera
desconfianza, y ante la falta de dicha confianza, solo cree en una opción
viable, estatizar los bancos para el controlarlos. No lo dice en su discurso,
pero es bien sabido entre los que lo conocen y los analistas banqueros que es
una probabilidad muy alta. No por nada, los banqueros y altos empresarios
preparan escenarios para su salida en un eventual triunfo de la izquierda; AMLO
puede no ser Chávez, pero es AMLO, y su falta de política exterior genera un
miedo tal, que la economía se puede desplomar y el capital extranjero buscar
nuevos mercados. Lo peor y más triste de todo es que amenaza con convocar de
nuevo a un paro y huelga nacional si el resultado no le favorece. Desde hace
una semana se empiezan a convocar a que los ciudadanos hagan una resistencia
civil en caso de que AMLO no gane, anticipando una derrota electoral. La
historia de México dividido en 2006 all over again
4. Por último tenemos a Gabriel
Quadri de la Torre, el candidato de Nueva Alianza, el partido del ITAM y el partido
de la Maestra Elba Esther Gordillo (el mayor de los peligros para México y un
verdadero monstro creado por las viejas facciones del PRI, esta mujer es una
verdadera reencarnación de Pol Pot con Stalin, líder del sindicato de maestros
que de maestros solo tienen el nombre, esta mujer se ha adueñado de la política
del país). Quadri es un personaje raro, hipster por definición propia, muy buen
orador, realista y ecologista, con muy buenas ideas en general y aparente
vencedor de los debates, al menos en menciones en las redes sociales, logró
algo que ningún candidato de la cuarta vía había logrado sin embargo la sombra
de su jefa, hace imposible el considerarlo.
El panorama
no pinta bien, sin embargo, y al parecer, a México se lo va a llevar el chahuistle
gane quien gane, porque en esta elección tan cerrada ya no se trata de dos
candidatos con un amplio apoyo, los tres cuentan con más del 25% de apoyo en
encuestas.
A final
de cuentas, personalmente creo que lo importante en esta elección no será tanto
quien gane la presidencia, si no quien domine en el pleno. El Congreso puede
ser el punto de quiebre que permita seguir en crecimiento o cambiar
radicalmente al país. Aunque las vías autoritarias y su sombra y espíritu aun
rondan a la maldecida silla presidencial, clamando por nuevos poderes y un
nuevo jerarca que regrese las formas dictatoriales que han regido a México.
Yo invito
a que voten este primero de julio, por quien quieran, por el candidato no por
el partido. No voten nunca por el PT, MC, el Verde o Nueva Alianza. Son rémoras
que se comen al estado. Ellos son los verdaderos NiNis. Si eres estudiante no
te comprometas con movimientos enturbiados como el estudiantil #yosoy132, el
cual puede que tenga fundamentos libres y apartidistas, puede que haya sido
formado con buenas intenciones, pero como todo en la política de México, se ha
visto enturbiado por personas que buscan sacarle provecho a sus quejas. Lo que inició
como un movimiento anti EPN, término siendo un movimiento claramente proAMLO y
sin dirección concreta.
Vota,
pero por favor sea cual sea el resultado, acéptalo. Si tu candidato perdió, no
sea tan egoísta como para pensar que todo el mundo piensa y voto igual que tú.
Somos 130 millones de mexicanos, no todos pensamos igual.
México es
una gran nación, es un gran país, me siento orgulloso de ser mexicano y de
pertenecer a esta raza mexicana que es capaz. No destruyas una nación solo
porque no supiste reconocer que otra gente no piense igual que tú. No hay que
dejar que el 2006 se repita en ninguno de sus sentidos
Atentamente, un poblano que tiene
esperanzas.